domingo, 4 de septiembre de 2011

17.- What your doing.

-Chicas que les parece si vamos ha hacerle una visita a Paul.- Propuso Ana, a frida y Viví.
-Me parece buena idea.- Dijo Frida.- Le podríamos llevar algo.
-¿Qué tal si quedamos en mi casa a las 5?.- Propuso Viví
-Es muy pronto ¿No?.- Dijeron las otras dos.
-Chicas, si le vamos a comprar algo, al pobrecito habrá que quedar pronto ¿no?.- Explico Viví.
-Vale pues en tu casa.


Las chics habían ido todo el camino del colegio hablando. Viví acababa de entrar a la casa, y Frida y Ana, seguían adelante.


-Adios Frida, te veo luego.
-Chao.


-Hola mamá.- Dijo Viví a su madre.- Verás hay un chico en el colegio, al que le pegaron por defender a Paloma, el sábado, y bueno las chicas vamos a comprarle algo.
-¡Genial!.
-Esto mamá, ¿tu me darías dinero?
-Bueno, toma.
-Gracias.
-Ahora sientate a comer.






-Mamá, ¿Y Pete?.- Preguntó Ana.
-Está con John, por lo visto iban a comer a algún sitio.- Contestó el padre que apareció por el salón.
-Ana, te importaría ir a buscarlo luego.
-Mama pero voya quedar para algo importante.
-Bueno, pues te pasas por casa de Pete de vuelta ¿Si?
-Esta bien má Ü




-¿Mamá, papá?
No hay nadie, una vez más.
Ni se han preocupado por mí. 
De seguro que vieron la nota y se quedaron tranquilos.


Frida fue a la cocina, y encontró una nota.


     "Hijita, esperamos que estés bien. Tu padre y yo hemos tenido que viajar a América, y bueno como no estabas no te pudimos preguntar...
Total aunque hubiera estado no me hubieran preguntado.
                                                                                         ...Te hemos dejado dinero de sobra, para ropa, materiales, comida, y algún caprichito. Míralo por el lado bueno, ahora podrás invitar a tus amigas...
Idiotas, ¡Ya lo hacía!, nunca estabaís ¬¬
                      ...Te escribieremos pronto, y te daremos el número y tal. ¡Ah!, y nos tienes que decir quién es ese amiguito tuyo.
   
                                                                            Besos mamá y papá"


-Joder, ¿Voy a estar sóla?


Frida preparó algo de comer. Pensaba en que iba ha hacer ella sola.
Era muy autónoma. Pero no como para vivir sola. Entre cosas le daba miedo el hecho de estar sola por la calle y oír algún ruido.
Terminó de comer, y se cambió. Eran apenas las cuatro cuando llamaron al timbre.


-Voy, espere.
-OMG! George, ¿Que te trae por aquí?
Mira hacía adentro de la casa.- ¿Vuelves a estar sola verdad?
-Bueno, la verdad es que mis padres se han ido a américa, quién sabe por cuanto tiempo.
-Amm.- Se sentó en un sillón de la sala, y miró a Frida de arriba a abajo.- ¿Donde vas?, ¿Has quedado?
-Si, he quedado con las chicas para comprarle algo a Paul.
-¿A Paul?.- Preguntó asombrado.
-Si, bueno pues le dieron una paliza y queríamos llevarle algo.
-Amm, ¿Puedo ir?
-Supongo que sí, claro. Y ¿a que veniste?
-Bueno, la cosa es que venía a preguntarte algo, no sólo a hacerte compañía.
-¿Y?
-Verás mi madre había oído algo de que tu, bueno, tus padres se iban, y me ha mandado a preguntarte si...
- ¿Si qué?.- Frida cada vez estaba más emocionada.
-...Si quieres quedarte a vivir en nuestra casa. Ya sabes para que no vivas sóla ni nada.
A demás eres trabajadora por lo que ayudarás a mi madre, y a mi hermana le caes genial, y bueno mi padre se lleva bien con todos.
-Y ¿contigo?
George se puso colorado como un tomate.-Esto con-con-con-¿CON-MIGO?
-Perdona la pregunta.
-Bueno Frida no importa, la verdad es que yo, yo, bueno...- Se acercó lentamente a ella. La cogió de la cara con las dos mano, y le besó. 
Era un beso tierno, suave apasionado. (Estar como en el cielo)
-Verás Frida.- Se alejó de ella, y se sentó de nuevo al sillón.- Tu me gustan mucho, y me gustaría pedirte que... no sé como decirtelo...
-George, si quiero.- Frida sonrió de oreja a oreja.
-El que, ¿Venir a mi casa, lo que te estaba por pedir, o las dos?
-Las dos.- Paul se abalanzó sobre Frida, dejándola recostada en el silló. La miraba fíjamente.


-Frida, hoy es un día genial para mí ¿Sabes?, no sólo soy el novio de la chica que quiero, si no que vivo con ella.- La besó.


George estuvo un rato abrazando, besando, y haciéndole bromitas a Frida, hasta que llegó la hora, y fueron a comprarle un regalo a Paul. George con ellas.


~Esa mañana, en casa de los McCartney~


-Palooooma.- Se oía una dulce voz que se acercaba a mí.
-Despiertaaa dormilooona.- Se seguí oyendo esa voz. Era una melodía.


Empecé a sentir que me zarandeaban el brazo.
-¡PALOMA!, ya despierta.-Abí los ojos y allí estaba Paul.
-¿Que quieres Paul?
-Quería decirte Buenos días.
-Paul, tienes manía obsesiva con lo de decirme Buenos días ¿NO?
-Perdona pero no aguantaba más, sin despertarte.- Me sonrió.- Claro que con mirarte ya me deleito.
Yo me puse colorada. Notaba como las mejilla se me ardían.
-¡Ai! No te pongas así, fue un cumplido.- Me dió en el hombro un mínimo golpecito.- ¿Quieres ir a algún lado?
-Paul, estando contigo estoy más bien que nada, ¿Entiendes?
-Bueno, pues entonces acá nos quedamos.
Se sentó en la cama.
-¿Me permites?
-Esto, si claro.


Se tumbo en la cama, y paso el brazo por detrás de mi cuello.


-Paloma, ¿Te he dicho alguna vez que me encantas?
-No que yo recuerde.
-Bueno pues ya te lo dije ahora.
-Tu también me encantas.


Me recosté sobre su pecho y nos quedamos dormidos.





2 comentarios:

  1. ayyyyyy que dulzura George y Paul! me encanyan ,no pueden ser taaaan tiernos!!!
    que malos los padres de frida ¬¬ la dejan siempre sola, y encima se comunican todo por notas, no le hablan nunca pobre!
    espero el proximo!

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  2. Comoo me gustaa esta novee!!
    =)
    paso raapidisimoo!
    Saludos!

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